Tu sabes que es para ti, venerada diosa
Esperare en la paciencia de mis nudos
Descansare sobre tus pechos suaves y dulces
No me preocupare sobre lo burdo o fatuo
Arremolinare sobre mis dedos a tu vientre
Las palmas de mis manos tocan tus piernas tersas
Vida tiene tus manos que tocan y presionan
Tus piernas se envuelven con las mías como cobras
Me hablas al oído y mis ojos no te hallan
Se encuentran nuestros labios y los tuyos gimen
Al pie de la escalera, tu silueta brilla
Tus dedos se adentran más a mí, me acechan
Te mueves como un pez y yo beso tu alma
Te posas sobre mí y siento tus muslos tercos
Nos tocamos las manos y me miras a leguas
Elevas tus oscuros cabellos a mis codos
Escalamos una gran montaña sin tregua
Toco tus hombros y beso tu oído con pasión
Junto tus rodillas con las mías para sentirte
Y en mi corazón y mi mente, miles de incos
Veo el cielo, la luz, la nada, lo inerme
Escalo las montañas envuelto en mil dunas
Enormes valles con leve vegetación tibia
Profundos abismos y finos caminos llanos
Para encontrar bosques agrietados y minas
El dulce fruto como un durazno muy fresco
Me elevo a los cielos y contemplo dioses
Tus pies albos se elevan como nubes negras
Y siento tus muslos en mis hombros dando voces
Veo el cielo otra vez, sintiendo punzadas
Encoges tu cuello y tus piernas, besándome
Te elevas al cielo al cielo y caes en zancadas
Mis dedos tocan tu espalda blanda a volver
Piso firme el suelo y me abrazas sutil
Firme avanzas y elevas el rostro, tu ser
El cielo es mi amigo, me siento en el, sol
El frió sudor como una vereda verde
Zigzagueo la palma de tus pies a lo alto
Y hacías mis cotados con mucha firmeza
Luego culmino recostándome a tu lado
Dormimos por temor al final de la escalera
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